lunes, 26 de octubre de 2009

Lunes

Los últimos días he tenido kilos y kilos de trabajo. Afortunadamente el fin de semana lo tuve libre y pude pasear con gente buénísima onda, estuve ya más relajado y la pasamos super, pero como era obvio tanta belleza no podía durar tanto tiempo, así que de la nada llegó el lunes...

Primero el destanteo de que suena el despertador a la misma hora de entre semana y ya hay más luz de lo habitual, modorra e incertidumbre, luego viene a la cabeza que hubo cambio de horario, uf... no es tarde, la salvé pero de todos modos hay que levantarse, un minutito más, hundo la naríz fría en las cobijas, encojo las piernas y cierro los ojitos, breves momentos transcurren y mi mami abre la puerta, yo asomo la cara desde adentro de las cobijas y ella me advierte que ya es hora de levantarse... Total, me levanto. El sueño insiste dentro de mí, entro a la regadera y persiste y el agua caliente me arrulla pero al terminar la ducha el fresco del ambiente se encarga de despertarme. Me estoy vistiendo y las cobijas lucen demasiado cómodas... me recuesto un momentito sin cerrar los ojos para no correr el riesgo de quedarme dormido, de repente la razón vuelve a mí, veo el reloj y me doy cuenta de que ya es tarde... me apresuro, ya vestido me dispongo a peinarme, advierto que el gel escasea, así que lo administro con mucha moderación... me paso el cepillo y luego con los dedos acomodo el cabello, miro al espejo y me resigno, no me veo super pero tampoco es terrible. Me como un plato de cereal y son las 8:00, salgo rápido al metro, el metro atestado de gente y sin dudar decido ir en autobús, total llegaré media hora tarde, no es tanto... aprovecho y leo el librajo que he comprado el sábado anterior, bajo del micro y espero el autobús, luego de un rato por fin llega, lo abordo y no hay un solo sitio para sentarse, después de un rato se desocupa un asiento y lo ocupo, el niño que va atrás patea mi asiento haciendo un ruido constante y distrae mi lectura, grrrr, sigo leyendo y luego llego a la oficina tarde, corriendo y despeinado. Apenado saludo a la gente, pido que me impriman unas cosas que hacen falta y paso a mi sitio de trabajo, enciendo la compu, me siento y comienza ahora la semana... la larga semana que está encima. Es lunes y me quedan como 65 horas de trabajo antes de poder descansar nuevamente en pleno, avanza el día y poco el trabajo, el día se nubla y enfría. Llueve. Es lunes, nublado y lluvioso. Karen Carpenter is back; Rainy days and mondays always get me down.

Bonita Semana. Los quiero.

2 comentarios:

Petit. dijo...

Ja!, que bajón el lunes, no???. Yo hace nueve años que mi descanso es de solo un día y siempre en la semana...jaja...Mis fines de semana ni siquiera existen!, jeje...Ánimo que cuando te quieras dar cuenta: ya será sábado again!. Muy bien relatado, me recordaste a mis épocas de secundario y cómo me costaba arrancar en la mañana!,cariños, P.

Unknown dijo...

jajaja piensa que habemos quienes en fin de semana tenemos que ir a rodaje de videoclip, que dormimos tres horas diarias, si acaso 4 y que aún asi queremos fiestar todo el tiempo! jojo
te quiero mi nuyis!!! se que tienes chamba como loco y llegas cansadísimo a casa diario... citando a tu hermanita... pero así es esto de vivir y con todo y todo esta bonito!
love ya tremendamente!