Frustración

Hace un rato, pensaba sobre la capacidad del hombre de vivir (o sobrevivir?) tolerando la frustración. ¿Cómo es que de la nada decidimos renunciar a lo que nos importa?, ¿Será que en verdad no nos importaba?, ¿No nos importaba suficiente?, o ¿en algún momento del camino nos dejó de importar?

No lo sé. Tampoco me atormento por llegar a una conclusión. Tan sólo dejo la pregunta en el aire.

Un poco de melancolía en la noche de domingo -previa al trabajo- nunca cae mal.

By the way, qué bonito es Sacre Coeur... algún día tengo que volver de día...

Acá estoy.

Hoy, no sé cómo, ni por qué motivo pero he vuelto al blogspot... (ahora se llama blogger, jojojo es algo así como cuando al jabón "Escudo" le pusieron "Saveguard", o al "Quick" tuvieron a llamarlo "Nesquick").

Y es extraño que hoy me hayan dado ganas de volver al blog porque no me hallo nadita desocupado. Blogeo desde la oficina. Es la hora de la comida, no crean que me estoy haciendo menso en horas laborales, porque como bien dije, no estoy desocupado.

¡Cuánto ha pasado desde la última vez que blogeé!; me operaron, sobreviví (ni fue pa' tanto), me enamoré, creí encontrar el Amor (con A mayúscula), terminé el 2010 con la certeza de que ese había sido "El Año", me decepcioné, lloré, no he terminado la tesis (si bien ya la llevo adelantadita), me ha ido formidablemente en el trabajo, y parece que en una de esas me vuelvo a enamorar (que no re-enamorar). Y a pesar de ésto último, hoy para nada me siento enamorado. Será porque es lunes. Será porque anoche y esta mañana escuché las deprimentes letras del Hope and Fears de Keane.

No sé. He vuelto. Eso creo.

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Pluffff... no le puse ni una fotito ni nada...


Acá les dejo una melancólica foto de un bonito distribuidor vial. Fué lo que tuve a la mano.